Cuando te enfrentas a un diagnóstico de diabetes, la negación es una reacción normal. A pesar de que no existe cura para la diabetes, el control adecuado de tu afección puede ayudarte a vivir una vida larga y saludable, con mínimas o inexistentes complicaciones a largo plazo.
Las claves para reducir el nivel de azúcar en la sangre y mejorar tu afección son las mismas para una vida saludable en general: hacer ejercicio regularmente, dormir de 7 a 9 horas por noche, comer bien y mantener un peso saludable. Todos estos factores están interconectados y seguir uno hace que sea más fácil seguir los demás. Por ejemplo:
- Hacer ejercicio con regularidad reduce el azúcar en la sangre y puede ayudarte a dormir más profundamente.
- Dormir de 7 a 9 horas por noche puede reducir los antojos de comida.
- La reducción de los antojos de comida puede mejorar tus hábitos alimenticios.
- Los hábitos alimenticios mejorados pueden ayudarte a mantener un peso saludable.
Adoptar estos hábitos de forma permanente puede contribuir en gran medida a reducir significativamente los niveles de glucosa en la sangre. Aunque es posible que necesites medicamentos adicionales para controlar tus niveles de glucosa en la sangre a medida que envejeces, la alimentación saludable y el ejercicio siempre deben formar parte de tu rutina. De lo contrario, la diabetes se vuelve más difícil de controlar y existe más probabilidad de que surjan complicaciones. Haz una cita con tu proveedor de atención primaria para analizar las mejores formas para controlar tu diabetes.