El estrés y el cuerpo

Todos experimentamos factores estresantes diarios, como esperar a que avance el tráfico, pagar facturas, apresurarse para cumplir plazos de trabajo, y, aunque son habituales en nuestra vida, ignorar el estrés puede tener efectos negativos en el cuerpo y la mente.

04/18/2022
Una madre y una hija de raza negra se abrazan en un sofá

¿Qué es el estrés?

El estrés es la respuesta natural del cuerpo a situaciones potencialmente peligrosas. Cuando el cuerpo percibe algo como una amenaza (como ver a otro automóvil desviarse hacia tu carril mientras conduces), el cerebro activa una señal de alarma que indica a ciertas glándulas del cuerpo que produzcan las hormonas adrenalina y cortisol. La adrenalina aumenta la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la energía, mientras que el cortisol inhibe las “funciones no esenciales” (como la digestión) para que reacciones con mayor rapidez a la “amenaza” que tienes en frente, como el automóvil que se dirige a tu carril. Este estado de mayor conciencia a menudo se denomina “estado de lucha o huida”.

Cuando el peligro ha pasado, el sistema nervioso se autorregula y el cuerpo vuelve a su estado normal. Sin embargo, si experimentas factores estresantes de manera constante, el cuerpo puede percibirlos como amenazas y estar permanentemente en estado de lucha o huida. Si bien la respuesta del cuerpo puede protegerte en ciertas situaciones, como en el ejemplo del automóvil, la activación a largo plazo del sistema de respuesta al estrés puede alterar muchos de los procesos del cuerpo.

 

¿Cómo afecta el estrés crónico al cuerpo?

El estrés a largo plazo puede causar molestias físicas y hacer que corras riesgo de tener problemas de salud en el futuro.

  • El dolor en la cabeza, el cuello y la mandíbula (así como los dolores de cabeza por tensión y las migrañas) puede ser causado por la tensión muscular inducida por el estrés.
  • Aumento constante de la frecuencia cardíaca y la presión arterial más niveles elevados de hormonas del estrés; aumento del riesgo de tener presión arterial alta, ataques cardíacos o derrames.
  • El aumento a largo plazo de los niveles de cortisol puede alterar la comunicación con el sistema inmune, lo que, a su vez, puede aumentar el riesgo de fatiga crónica, diabetes, obesidad, depresión y trastornos del sistema inmune.
  • Los problemas gastrointestinales, como acidez estomacal, distensión abdominal, náuseas, diarrea y estreñimiento, pueden desencadenarse por estrés a corto y largo plazo.
  • El impacto del estrés en el sistema nervioso también puede producir un efecto negativo en la reproducción y el deseo sexual, tanto en hombres como en mujeres, y alterar el ciclo menstrual de una mujer.

¿Cómo se puede controlar el estrés?

Sentir estrés es habitual. Afortunadamente, hay muchas formas saludables de lidiar con el estrés y mejorar tu bienestar general. Pone en práctica estos consejos y verás cómo cambian tus niveles de estrés.

  • Tómate un tiempo, aunque sea durante unos minutos al día, para descansar o hacer una actividad que disfrutes.
  • Busca el apoyo de tus seres queridos o de profesionales. Hablar ayuda.
  • Experimenta con prácticas de relajación, como la meditación, la respiración profunda o el yoga.
  • Haz ejercicio con regularidad: camina, anda en bicicleta, baila.
  • ¡Pasa tiempo al aire libre! El aire fresco y la vitamina D son buenos para la mente y el cuerpo.

 

 

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